Protección de los equipos. Más importante de lo que parece.

Lo primero que hice antes de añadir ningún sistema domótico fue proteger la instalación. En la primera foto puede observarse el cuadro eléctrico original de la casa.

Era correcto en cuanto al dimensionado y al seccionamiento de las cargas, pero no tenía el nivel adecuado de protección teniendo en cuenta que se trata de una casa aislada en el campo. Uno de los fenómenos más molestos se producía cuando habían tormentas con fuerte aparato eléctrico. Por el efecto del desbalanceo entre fases, saltaba el diferencial, por lo que la instalación se protegía.

El problema estaba en que al fallar la red interna, el contenido de neveras y congeladores se echaba a perder, y las puertas automáticas de entrada y del garaje dejaban de funcionar.

Para poder incluir los elementos de protección, tuve que cambiar el cuadro eléctrico. El antiguo era empotrado, y muy pequeño y el nuevo, que podéis ver en la segunda foto es de superficie (mucho más sencillo de instalar). El mayor problema fue mover los cables de entrada, ya que es una instalación trifásica y los cuatro cables de entrada son muy gruesos.

Si abrís la imagen pulsando sobre ella, veréis en la fila inferior, de izquierda a derecha: el ICP original, el protector tetrapolar de sobretensiones transitorias causadas por rayos y el diferencial trifásico reconectable REC-trifásico.

Todo fue instalar los elementos de protección (en Abril de 2004) y desde ese momento nunca más nos hemos encontrado los 230V de casa desconectados (y han habido bastantes tormentas, por cierto).