Es la piedra de los marinos y viajeros, y un amuleto muy utilizado por las personas con fobia a los viajes en avión o barco. Decía Alberto Magno que llevar consigo una aguamarina hace que el hombre sea comedido y tenga buenas maneras. Hermes Trismegisto, filósofo egipcio, afirmaba que hace feliz y rico a quien la lleva.

El aguamarina refuerza el campo magnético y atrae buena suerte. Aporta felicidad y bienestar. Dicen que provoca la sonrisa y la alegría. Ayuda a conservar la pureza de espíritu. Es una gran estabilizadora. Ayuda a conseguir claridad mental, calma e inspiración espiritual. Simboliza el amor feliz.

Es adecuada para superar los estados depresivos y melancólicos. Se aconseja en aquellos casos en que la salud se ve afectada por tensiones y estrés. Trae la paz y el sosiego. Fortalece el sistema nervioso central, el hígado, los riñones y el bazo. Cura las impurezas de la piel. Es útil en caso de problemas oculares.

Es eficaz en el tratamiento de la anemia. Indicado para dolores en la nuca, mandíbulas y dienters, así como para afecciones de garganta. Abre los chakras del entrecejo, del plexo solar y del bazo.