El ajo negro es una gran tendencia gastronómica hoy en día. Ello se debe, no solo a su particular color o sabor, sino a los beneficios que aporta a la salud. El ajo negro ayuda a prevenir los efectos del envejecimiento celular por lo que previene las enfermedades crónicas y degenerativas.
Hoy quiero traeros esta receta de un magnífico caldo cuyas propiedades curativas y nutritivas son excepcionales.
Soy de los que piensa que es conveniente cenar ligero, pero con algo nutritivo, a partir de una cierta edad, por muchas razones.
La primera, porque según transcurren los años, el metabolismo cambia y es conveniente no irse a la cama tras una cena copiosa, más si el estilo actual de vida nos lleva más a relajarnos y a no movernos por la noche. Si además el tiempo transcurrido entre la cena y la hora de acostarse no es suficiente, la digestión puede hacerse pesada.
Hace tiempo publiqué en mi web personal información sobre el ayuno. En la sección de salud hay una zona dedicada al ayuno, desde un punto de vista general y otra dedicada a mi forma de ayunar.
Después de 10 años de hacer ayunos cortos de tres días, con una periodicidad bimensual, a partir de 2016, descubrí y empecé a hacer ayunos intermitentes.